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Sep

LA ENTREVISTA CON EL USUARIO ES UNA TERAPIA

La entrevista inicial con quién que nos encarga un proyecto arquitectónico de casa habitación es el inicio del proceso de su reencuentro.

La recopilación de la información dirigida a recuperar las formas de habitar el espacio de nuestros usuarios nos permite, en primera instancia al diseñador, conocer lo que llamamos la “Genética Espacial” de quien nos requiere para proyectar sus espacios, y al usuario le permite reconocer a través de sus recuerdos sus experiencias muchas veces escondidas en el inconsciente, también le permite reconocerse en sus vivencias favorables cuando regresa a sus espacios favoritos.

La Genética Espacial es un término que hemos acuñado para describir las formas programadas en cada individuo para habitar los espacios arquitectónicos desde su infancia más temprana, y nuestro método de reconocimiento de esas vivencias durante la entrevista hace de la misma una experiencia de vuelta a cada sensación de alegría en los espacios donde su niño de antaño vuelve a las imágenes de su memoria. Por eso esta entrevista se convierte en una sesión terapéutica de reconocimiento, de reencuentro de sí mismo en sus experiencias felices, al visualizar sus experiencias nos permite la posibilidad de proyectar en el espacio la continuidad de dichas vivencias, hacemos entonces del espacio el crisol de emociones que contienen sus sueños, la felicidad de su infancia plena proyectada en el espacio arquitectónico, “la casa de sus sueños diseñada CON sus sueños”.

Por eso hacemos de nuestro trabajo una actividad lúdica, con la premisa de hacer de la actividad de proyectar un juego, si nos divertimos haciendo el diseño de un espacio, el usuario está condenado a divertirse en la obra arquitectónica.

Una entrevista con nuestros usuarios entonces es una terapia donde él y nosotros jugamos a ser niños cumpliendo sueños, niños divirtiéndonos a “la casita” de la niñez feliz.

Llevamos más de 10 años investigando sobre las emociones en el espacio arquitectónico, y los mismos experimentando constantemente para mejorar nuestras propuestas, y seguiremos proyectando sueños en nuestros espacios arquitectónicos para nuestros niños de ayer en la casa de mañana…

Una entrevista con el usuario que nos encarga un proyecto es actualmente en el quehacer cotidiano un encuentro para que el cliente y/o usuario nos de la lista de un programa arquitectónico y algunas de sus intenciones. Sin embargo existe una posibilidad de que esta entrevista se convierta en mucho más.

Hicimos un ejercicio académico mis estudiantes de diseño arquitectónico y yo el día 24 de Septiembre de 2015 en el Aula con la LIc. Mary Carmen Lara, ella planteó su intención por una casa. Los estudiantes preguntaron cuáles eran los locales que deseaba en esa casa, si ella contaba con algún referente análogo de su intención, de los usuarios que la habitarían, sus edades, ocupaciones y todo lo que un arquitecto en el quehacer cotidiano pregunta a sus usuarios, sin embargo,  buscando rebasar el ámbito estrictamente funcional y de proyección de imagen, comenzaron a preguntar acerca de sus necesidades para sentirse bien, acerca de las vivencias de la infancia agradables que podía recordar, la entrevista entonces se convirtió en un espacio de confianza que parecía una terapia de relajación al revivir los mementos de infancia donde relata sus grandes experiencias.

Lo interesante de esto es que esta terapia no solo fue para Mary Carmen, sino también para los que preguntaban, las preguntas y las respuestas se convirtieron en un regreso a estados de tranquilidad y disfrute para todos los que allí estuvimos.

El entrevistado regresa a sus vivencias positivas de la niñez, recordando cada vez más sus momentos de plenitud, y a los entrevistadores los posiciona en la posibilidad de convertirse en solucionadores de espacios que fomenten las vivencias plenas del primero a través del espacio arquitectónico.

¿Qué preguntar?

¿Qué no preguntar?